Proponernos la consecución de una supuesta saludable Independencia Emocional es una meta carente de sentido; los seres humanos necesitamos establecer lazos emocionales estrechos con nuestros seres queridos para sentirnos seguros.
Los seres humanos, así como los animales, usamos las emociones para relacionarnos con el medio que nos rodea; gracias a las emociones podemos percibir e interpretar lo que sucede a nuestro alrededor y responder de la forma más idónea en cada circunstancia; es así como las emociones se convierten en aliadas indispensables durante el proceso de socialización. Por otra parte, se conoce que el vínculo de apego que establecemos con la persona más cercana cuando somos niños, es fundamental para nuestro desarrollo posterior y ajuste al mundo adulto, porqué influirá en nuestro estilo afectivo a la hora de percibir, interpretar y responder en los intercambios sociales posteriores.
Así pues, considerando la importancia que juegan las emociones en nuestro éxito relacional ¿porqué este empeño en lograr esta supuesta independencia de ellas?. Mucho se ha hablado hasta la fecha, del perjuicio que supone padecer de la llamada "Dependencia Emocional," cuando en realidad los lazos afectivos que forjamos garantizan nuestra supervivencia en el mundo.
Ahora bien, aprender a reconocer nuestras emociones y estilo afectivo, es el punto de partida esencial para entablar relaciones saludables que no nos dañen. De igual modo, saber reconocer las emociones en el otro es indispensable para lograr una experiencia relacional óptima. Partir de una autoestima equilibrada y saber defender nuestra opinión, a la vez que conservamos cierta flexibilidad para ceder cuando la ocasión lo requiere, son también ingredientes clave para desarrollar un sentido de Dependencia Emocional saludable.
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